miércoles, 3 de junio de 2009

¿Diferentes? (Análisis crítico)

La lectura se introduce en tono narrativo, donde el autor persigue la reflexión del lector a través del racismo en un principio. Afirma que las personas pueden aceptar a las demás sin tener en cuenta diferencias como su raza o sus facciones étnicas, aunque por otro lado, también hay quien no acepta esas diferencias y automáticamente califica a estas personas como "diferentes".
Sitúa la percepción de estas diferencias en la antigüedad, donde los encuentros entre gentes de pueblos lejanos invitaban incluso a la invención de nuevos mitos para dar explicación a dichas distinciones de razas. A ello se suma también la importancia de las culturas y las costumbres, que aportan mayor evidencia al hecho de que los seres humanos realmente somos diferentes.
Pero cambiando a otro punto de vista, los encuentros de esas gentes en su momento, ya generaban inconscientemente la práctica de conocer y estudiar una cultura ajena a la nuestra, proceso que el autor presenta como enculturación, la cual ofrece "el modo de ver la vida" y que además queda ligada al hecho de poder comparar costumbres de nuestra cultura con las de otras, las cuales pueden aparentar ser completamente diferentes, pero que tras su estudio se descubren como exactamente iguales, solo que son practicadas de diferente manera.
Todo ello se resume en que cada cultura se organiza a su manera con el mismo fin que el resto, subsistir. Y es que los seres humanos además de ser diferentes, también somos iguales.
Uno de los factores que nos relacionan es el aspecto biológico, que nos incluye a todos dentro de una misma especie, independientemente de cómo nos comportemos, cómo nos relacionemos o qué recursos tomemos para lograr, al fin y al cabo, un mismo objetivo como es la supervivencia.
Esta es sólo una parte de lo que el autor presenta como reflexión de una vida cargada de subjetividad que queda, si cabe, todavía más impulsada por el efecto del etnocentrismo.
Representa también un papel destacable el relativismo cultural, que en cierto modo se opone al etnocentrismo y que pretende lograr la aceptación de todas las culturas y a su vez, evitar que una civilización acabe con las demás. Apoya las opiniones, pero siempre desde el contexto, adoptando lo que llamamos una postura metodológica.
El hecho de que los seres humanos tenemos grandes igualdades, como nuestra dignidad, nuestros derechos o nuestros principios, queda firmemente apoyado por la postura del universalismo, que afirma la existencia de valores comunes entre los seres humanos que nos permiten comprendernos y juzgarnos mutuamente.

martes, 2 de junio de 2009

Guía para la aceptación de diferencias. (Análisis resumen)

Tomando como punto de partida el siglo XVIII, nos centramos en la idea de que entre todos los seres humanos se oponen unas grandes igualdades, frente a diferencias insignificantes que, desgraciadamente, todavía hoy representan una parte destacable dentro de la sociedad.
Cierto es que no todo el mundo ha sido capaz de comprender o aceptar como algo "normal" factores tan superficiales como puede
ser el color de la piel, o incluso tan respetables como es una cultura.
En el aspecto biológico, todos somos iguales, puesto que formamos parte de una misma especie. Esta igualdad es indudable, a pesar de que existan diferencias entre razas, lenguas o religiones, entre otras. En lo que sí se pueden apreciar diferencias, por ejemplo, es en el aspecto cultural, ya que cada raza tiene su propia cultura e incluso, dentro de una misma raza, pueden darse culturas diferentes.
Sin embargo, que las personas seamos distintas culturalmente, no significa que una cultura o unas costumbres sean mejores que otras. Es tan fácil como aprender a respetarlas.
Respecto al ámbito moral también se encuentran distinciones. Un claro ejemplo sería la enseñanza de nuestra cultura a respetar la edad, el sexo, etc; mientras que en otras culturas dicha enseñanza se centra en la superioridad del hombre sobre la mujer o la autoridad del joven sobre el viejo.
Entre estos temas y algunos más presentes en la lectura, se podría destacar la intención de mostrar la importancia en el proceso de aprendizaje mediante el cual aprendemos a situar y comprender las diferencias, dentro de un mismo mundo y una misma especie, con el fin de acercarnos un poco más a la verdadera igualdad esperada.

El valor de la igualdad (Vida y obra del autor)

Vicente Vilana Taix aporta una de sus reflexiones de tono narrativo al libro "Lecturas para estrenarse en filosofía" en el cual intervienen también autores como Josep Martínez, Amparo Zacarés o Tomás Miranda, entre otros. Presenta una breve lectura que lleva por título "¡Tan iguales, tan diferentes!" con la que pretende adentrar al lector en el conocimiento de la realidad a través del saber clásico de nuestra cultura. Vicente Vilana es licenciado en filosofía y ejerce además como profesor de esta disciplina en centros de Secundaria y Bachillerato.